A este miedo se le denomina amaxofobia, un trastorno que, en España, afecta a uno de cada cuatro conductores. Sin embargo, no siempre aparece tras haber sufrido un accidente de tráfico, también puede ser consecuencia de otros factores.
Etimológicamente el nombre viene del griego amaxo, que significa carruaje, y phobos, que significa miedo. Aunque es desconocido por muchos, se manifiesta en forma de angustia y suele afectar con más frecuencia a mujeres (87%) que a hombres (13%) y la edad media en la que aparece va desde los 34 hasta los 37 años.
Aunque cada persona puede desarrollar un comportamiento determinado frente a este trastorno, hay algunas conductas comunes que pueden ayudar a determinar cuando una persona sufre de amaxofobia. Algunas de ellas son: estrés, temblores, rigidez muscular, sudor excesivo, ansiedad, pensamientos negativos, etc. En todos estos casos es necesario acudir a un especialista, pues se trata de un trastorno que puede ser tratado y superado.
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