La mayoría (42%) afirma utilizar la moto a diario, aunque este porcentaje ha caído seis puntos respecto a un año atrás. Por el contrario, ha aumentado la proporción de motoristas que afirman utilizar este tipo de vehículo sólo ocasionalmente, que ha pasado del 25% registrado el año pasado al 32% en la actualidad.

En cuanto a los principales motivos de uso de la moto, estos se mantienen prácticamente invariables con respecto al año pasado, con un 78% de conductores que utiliza la moto por razones de ocio y turismo, un 50% que lo hace para ir y volver del trabajo o del centro de estudios y un 9% restante para llevar a cabo su trabajo.

Si miramos al kilometraje, el año pasado se recorrieron de media 5.960 kms, algo menos que el año anterior, cuando se sobrepasó la barrera de los 6.000 kms. Siete de cada diez motociclistas recorren entre 2.000 y 10.000 km, dos de cada diez realizan más de 10.000 km y únicamente uno de cada diez usa la moto para hacer menos de 2.000 km anuales. La combinación entre ciudad y carretera sigue siendo la prioritaria para un 63% de encuestados.

Los trayectos cortos (entre 20 y 40 minutos) son los más habituales para el 35% de los conductores de motos. El 22% realizan recorridos de menos de 20 minutos (cuatro puntos más que el año pasado) y un 27%, de más de una hora (tres puntos menos que el año pasado).

Los motoristas siguen centrando sus quejas en el estado del asfalto y los guardarraíles. El 66% cree que el mantenimiento actual del asfalto de la ciudad por la que circula de manera habitual no es el adecuado. Por otra parte, el 90% considera que el número de guardarraíles con sistema de protección para motoristas no es el adecuado. Además, un 44% piensa que las infraestructuras actuales para circular son peligrosas, muy por encima de otros factores como puede ser la meteorología adversa, que sólo preocupa al 9% de los encuestados.

En cuanto a las maniobras más arriesgadas, el 51% opina que aproximarse a un cruce es la más peligrosa, el 27%, trazar una curva, y el 22%, adelantar a un vehículo.

El estudio arroja además otros datos interesantes como que casi seis de cada diez (56%) motoristas reconoce haber usado el arcén en caso de atasco al haber entrado en una población. Sólo tres de cada diez afirma que no lo hace, argumentando, en primer lugar, que no es legal y, en segundo, que resulta peligroso.

Por su parte, el motosharing gana adeptos y sobre todo, conocimiento. El 47% de los encuestados reconoce saber lo que es este modelo de moto compartida, frente al 39% del año pasado. Son 8 puntos más en sólo doce meses, lo que confirma el interés creciente por este modelo, aunque los porcentajes de utilización real todavía son minoritarios, con sólo un 10% de usuarios de servicios de sharing, un 1% de alquiler por días y un 1% de renting por periodos superiores.

El estudio también destaca que el 58% de los usuarios no está conforme con las restricciones ambientales que se aplican a la moto. Sin embargo, esta cifra ha caído 7 puntos respecto al año pasado, cuando el porcentaje de personas que no estaban de acuerdo con estas restricciones era del 65%. En el mismo sentido, cabe destacar que solo un 26% de los conductores de moto no conoce las restricciones de movilidad por motivos ambientales.


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