Igualmente, se comparan los datos de los ayuntamientos con los registrados por la DGT en las multas que tramita y se realiza un análisis comparativo entre unas y otras cifras.

Los datos que se obtienen en el informe son verdaderamente sorprendentes, con unas cifras de presión recaudatoria por multas mucho más elevadas en las calles de las ciudades que en las carreteras de la red nacional. Los ayuntamientos son mucho más agresivos en sus políticas de recaudación que la propia Dirección General de Tráfico.

Así el dato global de recaudación habla por si mismo: las diez ciudades más pobladas de España recaudan anualmente (2022) en conjunto 360 millones de euros para una población total de unos 9 millones de habitantes y algo más de 5,5 millones de vehículos. Apenas 80 millones menos que la DGT (2021), para toda España (exceptuando Cataluña y País Vasco), con una población de 47 millones de personas y 35 millones de vehículos.

Madrid recauda más que el triple que Barcelona (segunda ciudad en el ranking), pero es que, además, ostenta el record absoluto en todos los epígrafes (recaudación por habitante y por vehículo), y lo hace con una abultada diferencia respecto el resto de las ciudades objeto del Estudio de Dvuelta.

Llama la atención el cuarto lugar de Palma de Mallorca o el quinto de Bilbao, con cifras muy elevadas en relación con su población. En el mismo nivel de recaudación que Bilbao se encuentran Málaga y Zaragoza, y cierran la lista Valencia, Las Palmas de Gran Canaria y Murcia, con 8; 7,1 y 5,5 millones de euros, respectivamente.

Sólo Madrid recauda el 55% del total de la suma de las diez ciudades que más multan en España, muy por encima de la segunda ciudad que más recauda, Barcelona, que se lleva un 17% del total. Madrid cuenta con el 35% de la población total de esas ciudades y un 34% de los vehículos a motor que circulan por sus calles.

También en la recaudación anual por vehículo, el de Madrid es el ayuntamiento más voraz. Así, lo recaudado en multas por cada vehículo supera en Madrid los 100 euros anuales: cada vehículo censado en Madrid capital pagó un promedio de 101 euros en multas en 2022, frente a los 16,2 euros de los vehículos de la capital valenciana, la más benévola en este capítulo.

Las sorpresas aparecen en los siguientes puestos de la tabla. Así, Bilbao (la ciudad con un parque móvil más reducido) salta en esta ocasión hasta la segunda posición con 69,4 euros por vehículo y año, aún lejos de los 101,2 euros de Madrid, y seguido muy de cerca por Barcelona (68,9 euros) y Palma de Mallorca (60,9).

En el epígrafe recaudación por habitante, cabe destacar los datos de Palma de Mallorca, ciudad que, a la postre, se revela como una de las más severas a la hora de recaudar por multas de tráfico, por su política de proliferación de radares de control de velocidad en zonas amplias y con mucha visibilidad pero con un límite específico muy bajo que no siempre parece justificado.

De esta manera, Palma de Mallorca, que es la penúltima ciudad por población, asciende a la segunda posición en la tabla de recaudación por vecino, básicamente por la proliferación de radares en su término municipal.

Para Dvuelta, esa política de colocación de cinemómetros, que se aplica con demasiada frecuencia en las principales ciudades, responde antes a su capacidad de recaudación en esos puntos que al peligro objetivo que supuestamente tratan de evitar.

Ya muy lejos de Palma, pero aún más de Madrid, se sitúa la ciudad de Barcelona, con 38 euros por vecino y año, seguida muy de cerca por Bilbao (37,4 €) y Sevilla, con 32,3 €.

 


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