Pero la situación dio la vuelta el año pasado. En concreto, la renovación de flotas, una vez superadas las tensiones en la cadena de suministro, impulsó las exportaciones un 14,8% en 2023, según datos de MSI para la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam).
Estos datos, enmarcados en la segunda edición del informe “El valor de las subastas en el mercado de ocasión” ponen de manifiesto cómo operadores de renting y alquiladores dispararon un 32,4% y un 22%, respectivamente, sus operaciones con modelos usados el año pasado, generando un exceso de oferta de turismos y comerciales usados.
En este contexto, las empresas de subastas de vehículos se alzaron como una vía para dar salida rápida y con la máxima rentabilidad a este sobrestock de vehículos usados procedentes de flotas. De hecho, según el estudio, el 54% de los vehículos subastados en 2023 procedía precisamente de renting y rent a car, lo que supone un incremento de doce puntos con respecto a 2022.
En esta línea, casi dos de cada diez vehículos subastados el año pasado se destinó a la exportación, lo que supone dos puntos porcentuales más que en 2022. La importación, por su parte, que en 2022 marcó la procedencia del 31% de los vehículos subastados, se retrajo once puntos en 2023, evidenciando cómo el mercado nacional era ya suficiente para aprovisionarse de oferta.
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