Si nos fijamos sólo en las operaciones entre particulares, que suponen el 56% del mercado, la edad media sube hasta los 12,1 años. Los datos ponen de manifiesto que si bien las ventas con usados de entre tres y cinco años tiran del mercado, con una subida del 3,4% hasta noviembre, en contraste con la caída generalizada del resto de tramos de antigüedad, están todavía lejos de eclipsar el protagonismo del coche de más de quince años, que representa casi el 34% del mercado total.
Para Ganvam, esta realidad evidencia la necesidad de poner en marcha una estrategia estructural de rejuvenecimiento del parque, que contribuya de manera eficaz a retirar de la circulación los modelos más antiguos favoreciendo la entrada en el parque de vehículos más eficientes y menos contaminantes. De esta forma, se impulsaría la mejora cualitativa de un mercado que hasta noviembre ha registrado más de 1,7 millones de unidades vendidas (-13,1%) y que espera cerrar el año en el entorno de los 1,9 millones de operaciones, lo que supone un descenso del 12%.
Así, las previsiones apuntan a que 2020 terminará con un ratio VO/VN de 2,3 a 1, frente al 1,6 a 1 del 2019. La razón del crecimiento hay que buscarla en el fuerte impacto que el parón comercial derivado del confinamiento tendrá sobre el mercado de nuevos, que cerrará el ejercicio con unas 840.000 unidades, lo que supone un desplome del 33%.
Este 2020 también marca un ligero crecimiento del vendedor profesional, lo que denota poco a poco un cambio de mentalidad en el comprador al exigir fiabilidad, algo que un particular no puede garantizar. Esto explica que la representatividad de concesionarios y compraventas en el mercado de usados suba tímidamente, con una cuota del 39%, lo que supone rascar dos puntos al feudo del particular. Eso sí, una de cada cuatro operaciones de VO de profesional a particular se hace con modelos de más de 10 años.
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