Las bujías pueden emplearse en todo tipo de sistemas de encendido, ya sean electrónicos, de contacto o sin contacto. Su estructura se compone de los siguientes elementos: varilla de contacto, resistencia de control y de calentamiento, electrodo central, electrodo de masa, aislador cerámico y cuerpo.

Usted podrá percibir enseguida las ventajas de equipar su coche con bujías de alta calidad. Entre dichas ventajas mencionar que la carga a la que está sometido el motor disminuye y su funcionamiento en régimen de ralentí mejora. Por otro lado, el par motor se incrementa y se produce una mejora significativa tanto de la dinámica, como de la elasticidad del motor. A esto hay que añadir una disminución en el consumo de combustible y de las emisiones nocivas a la atmósfera.

Los principales factores que pueden dar lugar a que las bujías fallen de forma prematura son la suciedad y contaminación de las mismas con las partículas resultantes de la combustión incompleta o el hecho de que la chispa aumente a causa del desgaste de los electrodos. Asimismo, las condiciones técnicas en las que se encuentre el propio motor van a influir en gran medida en el rendimiento de la chispa. Por ello, a partir del estado de la bujía podemos deducir mucho en cuanto al estado del motor. Las bujías deben ser inspeccionadas después de un largo periodo de funcionamiento del motor. De hecho, es muy recomendable comprobarlas tras haber realizado un largo viaje.

Defectos más habituales y sus indicios

Entre los fallos más comunes que pueden presentar las bujías, mencionar los siguientes: desgaste, fundición o corrosión de los electrodos, además de la acumulación de depósitos de carbón, combustible o aceite en los mismos. El enchufe de la bujía presenta desgaste o daños térmicos, presencia de grietas, desprendimientos o suciedad en el aislante. Hay ciertos síntomas que indican la necesidad de realizar un diagnóstico de las bujías. Entre ellos se encuentran un deterioro de la dinámica del vehículo, aumento en el consumo de combustible, el motor funciona de manera inestable cuando se encuentra en punto muerto y la potencia ha disminuido. También se producen problemas a la hora de arrancar y el coche puede dar tirones y haber un ruido excesivo del motor durante el arranque.

Una inspección visual será suficiente para poder detectar y diagnosticar los defectos de estas piezas. Si observamos un oscurecimiento de las bujías, esto apunta a un índice de temperatura demasiado elevado para el motor en cuestión, un cableado de alta tensión o aislante defectuosos. Por otro lado, la presencia de depósitos blancos en la bujía puede ser una señal de que el índice de temperatura es demasiado bajo. La necesidad de cambiar estas piezas viene indicada por un tinte rojo en las mismas. Tampoco debería haber manchas de aceite o combustible sobre bujías en buen estado de funcionamiento.

El cambio de las bujías debe ser llevado a cabo en un taller. Esto se debe a la dificultad e intensidad del procedimiento de sustitución, al hecho de tener que manipular cables de alta tensión y a la necesidad de emplear herramientas especiales. Además, al efectuar las labores de sustitución es de suma importancia respetar el par de apriete de la bujía y evitar que el polvo y suciedad entren en los asientos de montaje de las bujías.

¿Cuándo debo realizar el cambio de las bujías de mi coche de gasolina?

Su vida útil es limitada y está condicionada por las condiciones en las que se utilice el coche y el tipo de combustible empleado, además de su calidad. Ésta puede variar en un rango que va desde los 20.000 kms. ó 30.000 kms. que tenían las viejas bujías con núcleo de cobre hasta los 120.000 kms. ó 160.000 kms. para las bujías más modernas con núcleos de platino o iridio.

Los fabricantes recomiendan llevar a cabo su sustitución cada 20.000-30.000 kilómetros en el caso de las bujías de níquel. Las bujías de platino por su parte son más duraderas y se sustituyen después de recorrer más de 60.000-70.000 kms. Las bujías de iridio pueden mantener su funcionalidad hasta los 80.000-100.000 kms. En caso de que se produzcan averías antes de estos intervalos, deberán ser sustituidas de inmediato.

El intervalo de reemplazo recomendado para cada caso se encuentra en el manual de usuario de su coche. Del mismo modo que no es aconsejable demorar demasiado el mantenimiento periódico del coche, tampoco se aconseja prolongar en exceso la vida de las bujías. Hay que tener en cuenta el inevitable desgaste del extremo inferior de la bujía, que se encuentra sometido a temperaturas y presiones muy elevadas al estar dentro de la cámara de combustión.

Afortunadamente se trata de unas piezas económicas, cuyo precio puede oscilar entre algo más de tres euros por unidad en el caso de las de cobre, hasta los 20 euros aproximados por cada bujía de platino, con una vida útil mucho mayor. Los coches de gasolina normalmente cuentan con una bujía por cilindro. Si bien, algunos coches disponen de dos bujías por cilindro, como es el caso de los llamados motores twin spark; o de doble ignición. Hay modelos de coches equipados con motores de doble bujía en Mercedes o Nissan, pero los más conocidos son los de Alfa Romeo.

¿Qué sucede si no sustituyo las bujías cuando corresponde?

A pesar de que el motor va a seguir funcionando, si alargamos en exceso el cambio de bujías, el riesgo de que el coche nos deje tirados va a ser mayor, al igual que el hecho de que acabe produciéndose en una avería más grave. El desgaste excesivo de la punta de encendido de una bujía podría ocasionar interrupciones en el encendido, en el mejor de los casos. Estas se van a manifestar como vibraciones o un régimen de ralentí irregular. El testigo de aviso de fallo motor podría encenderse en el salpicadero si la bujía dejara de funcionar por completo. En este caso, también el cilindro en el que se encuentra montada la bujía podría dejar de funcionar, con lo que un motor de cuatro cilindros pasaría a funcionar con tres. El motor operaría dando tirones y sacudidas y emitiendo peor sonido, en definitiva, tendría un comportamiento mucho más deteriorado, e incluso el arranque del motor podría ser problemático.

Todos estos problemas pueden ser evitados por medio del cambio oportuno de las bujías, algo que en realidad es sencillo y que implica un pequeño desembolso. Ahora bien, también que cabe la posibilidad de seguir utilizando unas bujías cuya vida útil haya sido superada con creces y no tener estos síntomas. Aunque de hacerlo nos arriesgamos a que se produzca la rotura del electrodo de masa o del aislante cerámico del electrodo central. Los trozos de metal o de cerámica caerán al interior de la cámara de combustión dando lugar a problemas más severos. Los fragmentos desprendidos podrían rayar las paredes de la cámara de combustión y provocar la rotura de los segmentos del pistón. En última instancia, esto podría afectar a la cabeza del pistón y a las válvulas, dando como resultado una avería de coste muy elevado.

Señalar por último que, en automóviles que han estado aparcados en zonas de elevada humedad o que se utilizan muy esporádicamente, las bujías pueden llegar a oxidarse. Una sustitución periódica de las mismas será suficiente para solventar este problema.

Fuentes de información:

https://www.repuestoscoches24.es/recambios/bujia
https://www.diariomotor.com/como/mantenimiento/cambiar-bujias-coche-gasolina/


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