Aquellas de más de 750 kilogramos sí que tendrán que superar la ITV cada cierto tiempo. La primera inspección será 6 años después de la primera matriculación, para luego pasar a un periodo de cada 2 años. Sin embargo, es de vital importancia realizar el mantenimiento adecuado para evitar sorpresas durante la circulación y la acampada.

La periodicidad en las autocaravanas es idéntica a la de los turismos. La primera inspección llegará a los cuatro años y, desde entonces, tocará superarla cada dos años. Pasados los 10 años deberemos comprobar su mantenimiento anualmente, tanto la parte mecánica como la que deriva de la camperización.

No todas las estaciones ITV están preparadas para revisar los vehículos de ocio, motivo más que suficiente para cerciorarse previamente y pedir la cita con algo de vista.

Antes de pasar la ITV tendremos que revisar:

– La goma de la instalación del gas caduca cada cuatro años (en el caso de las caravanas y autocaravanas). Es decir, tocará cambiarla antes de pasar la primera prueba de los 6 años de las caravanas y de 4 de las autocaravanas.

– Deberemos mantener limpio el respiradero, otro detalle en el que suelen fijarse.

– Del mismo modo, el inspector comprobará que funcionen las luces de la caravana. No tardaremos ni cinco minutos en enganchar la rulot y asegurarnos de que su estado es el óptimo, realizando la típica frenada y cambios de intermitentes que haríamos antes de pasar la ITV del coche.

– Los neumáticos también serán analizados ya que las autocaravanas, y sobre todo las caravanas, se inmovilizan durante largos periodos de tiempo. Esta inactividad puede cristalizar la goma, algo que se comprueba fácilmente si no conseguimos hundir la uña en la banda de rodadura.

 


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