Ayer se inauguró Bad Penny, un centro de recuperación de vehículos clásicos en la localidad alicantina de Altea. En unas amplias instalaciones ubicadas en la Partida Cap Blanch 75, los amantes de los vehículos con unas cuantas décadas a cuestas no solo van a tener un lugar en el que restaurar sus coches, sino un punto de encuentro con otros aficionados para compartir información, gustos y experiencias relativas a la época dorada de la automoción en la que el hombre dominaba como buenamente podía la máquina y no como ahora en la que la electrónica y la robótica controlan nuestras vidas.

Conversamos con John Sealey, copropietario de la empresa, un entusiasta de los clásicos que nos explicó el proceso de restauración de los vehículos que le llevan, algunos muy deteriorados, y que rehabilitan con mimo, paciencia y meticulosidad. Tenía una buena colección de Land Rover para restaurar, muchos años de ellos los indestructibles modelos montados en la fábrica Santana en Linares (Jaén) en los años sesenta del siglo pasado. Y productos ya terminados, como un MG y un Triumph listos para rodar.

Sealey nos comentó que la mayor parte de su clientela son extranjeros, bien residentes en la Costa Blanca o fuera de nuestras fronteras pero con vínculos con nuestra tierra y confiaba en que con el nuevo Reglamento de Vehículos Históricos que facilita enormemente la adquisición y mantenimiento de estos vehículos crezca la afición y el aprecio de los españoles hacia estas joyas que son patrimonio de la automoción a escala nacional e internacional.

Para más información, https://www.instagram.com/bad_penny_classics/

Teléfonos: 966 580 618 / 602 60 21 91

Mail: john@badpennyclassics.com