El fin último es el cumplimiento de los objetivos de neutralidad climática con los que la industria de automoción está 100% comprometida, según la patronal de la automoción.

Los vehículos alimentados con hidrógeno renovable se perfilan como elementos clave para contribuir a la descarbonización en ramas de la movilidad en las que, de acuerdo con el actual estado de la técnica, resultaría muy difícil con otras tecnologías tales como los vehículos eléctricos de batería. Así, estos vehículos destacan por su gran autonomía, el bajo tiempo de repostaje y peso similar al de los vehículos equivalentes alimentados con combustibles convencionales, siempre según Anfac.

Para la asociación, aunque el desarrollo de los vehículos de propulsión alternativa ha experimentado notables avances en España en los últimos diez años, en lo que respecta al vehículo de hidrógeno, aun siendo una tecnología que ha comenzado a introducirse en el mercado recientemente, España ya empieza a distanciarse sensiblemente de los países de nuestro entorno. En lo referente al mercado, en España puede considerarse inexistente, con tan solo 15 unidades matriculadas. Este dato nos aleja ya de los países con parque de vehículos de hidrógeno en Europa, siendo el total de 2.453 unidades a cierre de 2020.

En lo relativo a la infraestructura, España no cuenta con ninguna estación de repostaje de hidrógeno de acceso público frente a otros países como Alemania o Francia que comienzan a avanzar rápidamente en el desarrollo de la infraestructura de suministro de hidrógeno.

Según las estimaciones a 2030 establecidas en la Hoja de Ruta del Hidrógeno del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), España debe apuntar a un parque objetivo de entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados, alimentados por hidrógeno verde, para el transporte de mercancías, así como entre 150 y 200 hidrogeneras. Como referencia, sirve también la que plantea la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) en el segmento de vehículos pesados, que establece la necesidad ineludible de contar con 60.000 vehículos pesados alimentados con hidrógeno en operación en 2030 que, complementados con los vehículos eléctricos de batería, serán un pilar fundamental para para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de CO2 con los que tendrán que cumplir los fabricantes de vehículos pesados. En la misma línea, la Hoja de Ruta del Hidrógeno plantea como objetivo tener entre 100 y 150 hidrogeneras de acceso público para el año 2030.

Decálogo propuesto:

– Planes de incentivo a la compra de vehículos.
– Planes de ayuda para el desarrollo de la infraestructura de repostaje de hidrógeno.
– Garantizar un coste competitivo del hidrógeno verde.
– Marco de homologación, puesta en circulación y fin de vida de los vehículos de hidrógeno
– Límites de hidrógeno en la red de gas natural.
– Creación de un sistema de Garantías de Origen.
– Barreras administrativas asociadas al despliegue de infraestructura de suministro de acceso público.
– Apoyo a la investigación y desarrollo de vehículos de hidrogeno.
– Impulsar planes de formación sobre el hidrógeno.
– Gobernanza del despliegue de la movilidad basada en el hidrógeno.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *