La incertidumbre económica, marcada por la fuerte inflación y el aumento de costes energéticos y de materias primas, y la crisis de los microchips siguen siendo los principales factores que determinan la evolución de las matriculaciones.

Los condicionantes que han marcado el ritmo del mercado de turismos y todoterrenos han afectado de diferente medida a las ventas de los vehículos comerciales ligeros e industriales. Los comerciales ligeros cerrarán en torno a las 118.000 unidades vendidas, con un notable descenso del 22%, debido principalmente a la caída de la producción y una menor cantidad de stock a la venta.

Por su parte, los vehículos industriales, a pesar de no alcanzar los volúmenes prepandemia, se prevé que aumente un 11% sus ventas con 23.100 unidades. Por último, con un alza del 20%, los autobuses y microbuses lograrán mejorar las cifras del año anterior, con una previsión de 2.360 unidades.

A la crisis de los microchips, situación que ha condicionado el ritmo de fabricación de automóviles desde finales de 2020, se le ha añadido este año otros factores derivados de la guerra en Ucrania y las consecuencias de la pandemia que han provocado que la producción de vehículos en España vaya a cerrar en torno a los 2,2 millones de unidades en 2022, con un ligero incremento respecto a 2021.

La mejoría de los últimos meses, donde hasta octubre se acumula un crecimiento del 2,8%, y a pesar de los numerosos cortes de producción sufridos en el último trimestre, han hecho mejorar los datos anuales. No obstante, la escasez de ciertos componentes esenciales para la fabricación de vehículos, como cables, aluminio, níquel o paladio, procedentes de Ucrania y Rusia, junto con el aumento de los costes energéticos han afectado al ritmo de fabricación de las plantas españolas.

Según las previsiones de la asociación de fabricantes de automóviles, la crisis de los microchips seguirá persistiendo a lo largo de 2023, pero con un impacto menor que en ejercicios anteriores. A este importante condicionante se le ha de sumar el contexto socioeconómico desfavorable que se registrará, principalmente, por el impacto de la recesión económica que se prevé para el próximo año. Así, se estima que el mercado de turismos y todoterrenos se sitúe por encima de las 900.000 unidades vendidas, superando los registros de 2022, pero todavía muy por debajo de las cifras prepandémicas.

En cuanto al mercado de turismos electrificados, España se sigue alejando del ritmo necesario para cumplir los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el PNIEC. Para 2022, el mercado nacional alcanzará un total aproximado de 80.000 unidades de turismos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables) un 20% más que el año anterior, pero una cifra que no alcanza el hito de 120.000 unidades marcadas para este año y que solamente representa una de cada 10 ventas del mercado total, abriendo aún más la brecha con el entorno europeo en que la media de electrificados se sitúa en el 20% de las ventas totales. De igual modo, tal y como destaca el barómetro de electromovilidad de Anfac hasta el tercer trimestre del año, España dispone de 16.565 puntos de recarga de acceso público, muy lejos de los 45.000 necesarios para este año y lograr abastecer al parque de cinco millones de vehículos electrificados marcado por el Gobierno en el PNIEC para 2030.

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