La facturación del segmento de transporte regular de uso general creció un 6,8%, situándose en 2.190 millones de euros. El número de viajeros, que superó los 730 millones, registró un notable incremento, impulsado fundamentalmente por el servicio de cercanías. El servicio regular de uso especial aumentó del 3,3%, hasta los 780 millones de euros, mientras que el transporte discrecional contabilizó una variación del 5,4%, similar a la del ejercicio 2018.
En términos de número de viajeros, el servicio de transporte especial, incluyendo el ámbito urbano y el interurbano, contabilizó un total de 323 millones de usuarios, un 2,6% más que en el año anterior. Este segmento se vio impulsado por la demanda de carácter laboral. Por su parte, los servicios de transporte discrecional alcanzaron una cifra cercana a los 217 millones de viajeros, tras crecer en 2019 un 5,1%.
La evolución de la demanda se está viendo fuertemente penalizada por las restricciones a la movilidad impuestas a lo largo de 2020 para controlar la pandemia del coronavirus tanto a escala nacional como internacional. Según vaya normalizándose la situación, el impacto de la crisis sanitaria sobre la economía y el empleo limitarán la recuperación de la actividad y los ingresos.
El sector, tradicionalmente caracterizado por una notable atomización, sigue presentando una tendencia de creciente concentración. El número de empresas autorizadas para el servicio era de 3.154 en enero de 2020, habiendo desaparecido unas 600 en diez años.
Asimismo, destaca el progresivo aumento de la cuota de mercado conjunta de los principales operadores, reuniendo los diez primeros ya el 37% del volumen de negocio sectorial en 2019, cifra que se ha incrementado en más de once puntos porcentuales en estos diez últimos años.
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