En el interior, muy amplio, cómodo y funcional, con excelentes terminaciones, se ha mantenido intacto su excepcional y premiado diseño; quizá la novedad más destacada esté en la posibilidad de pedir el vehículo con distintas configuraciones de asiento. Desde la variante Excellence de cuatro asientos y el SUV familiar de siete plazas; que era la versión cedida por la marca sueca a nuestro digital, hasta la nueva configuración de seis, el XC90 está disponible con el número de asientos que mejor se adapte a las preferencias y estilos de vida de la gente. Asimismo, los nuevos materiales para el interior entre los que destaca una tapicería de mezcla de lana, ofrecen nuevas posibilidades de personalización.

En cuanto a la tecnología de seguridad activa, el XC90 ofrece ahora a los conductores asistencia a la dirección tanto en el sistema de seguridad urbana como en el sistema de información de puntos ciegos. Con frenada automática es capaz de detectar peatones, ciclistas y animales de gran tamaño. El sistema de atenuación de colisiones con vehículos del carril contrario, que se introdujo por primera vez en el XC60, también está ahora disponible en el XC90. La tecnología de alerta de tráfico cruzado ofrece además freno automático. El XC90 fue el primer Volvo en ofrecer integración con Apple Carplay y ahora también es compatible con Android Auto.

Mecánicamente, el motor térmico se complementa con un eléctrico a través de un avanzado sistema de recuperación de la energía en fases de frenado para cargar la batería de 48V y utilizarla posteriormente para reducir el consumo y las emisiones contaminantes hasta en un 15%. Su función no es mover el coche, sino descargar de trabajo al motor térmico, que lo asiste para que no pierda ni gaste energía en satisfacer las demandas de elementos como la dirección, climatización, etc. Como gran valor añadido esta versión es merecedora de la etiqueta Eco de la DGT con todas las ventajas de circulación y fiscales que ello conlleva. Nuestro protagonista, el B5 (D) se nutre de un propulsor 2.0 diésel de 235 CV más el eléctrico de 10 kW. Dispone de tracción total y cambio automático de 8 velocidades.

Al volante, estamos ante un produto excelente desde cualquier perspectiva, en el que la seguridad preside todo el conjunto. Al girar el mecanismo de arranque, el sonido del motor es casi imperceptible lo que denota el gran trabajo de aislamiento e insonorización realizado tratándose de un propulsor diesel en nuestro caso. Las prestaciones son más que sobradas, con unos consumos enormemente contenidos, un confort rutero total y una dinámica de conducción sobresaliente gracias en buena medida a la motricidad integral. El motor rinde muy bien a todo tipo de regímenes, apoyado por un cambio modélico y, si la ruta se complica, la capacidad de frenada es impresionante. Todo bajo control. Se disfruta de la conducción de este gran coche (en todos los sentidos) desde el primer momento.

En resumen, el Volvo XC90 B5 D AWD, con una puesta en escena tan elegante como impresionante, atesora bajo su capó un motor de bajo consumo recién desarrollado por la marca como siguiente paso en su ambiciosa estrategia de electrificación. A destacar la inclusión por primera vez del avanzado sistema de frenado con recuperación de la energía cinética, que se ha combinado con los actuales motores de combustión interna para crear un motor eléctrico integrado bajo la denominación «B». El nuevo motor eléctrico ofrece a los conductores hasta un 15 % de ahorro de combustible y reduce las emisiones en la conducción real. Un vehículo sensacional desde cualquier perspectiva de análisis y que en conjunto nos ha parecido de lo mejor del mercado. El precio del producto analizado es de 84.300 euros.