Así, la regulación aprobada en 2020 prevé que el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación registré el lugar donde se inicia el trabajo diario, los cruces de fronteras, las labores de carga y descarga, el seguimiento de la conducción acumulada cada tres horas y el lugar de finalización del periodo de trabajo diario. Para hacer efectivas estas funcionalidades, el nuevo tacógrafo requiere el uso del sistema de autenticación de mensajes de navegación por satélite denominado Osnma, pero debido a algunos retrasos, el servicio solo estará disponible a finales de 2023, lo que obligó a la Comisión Europea a aprobar el pasado mes de mayo la puesta en marcha de una versión “transitoria» del nuevo tacógrafo.
Ante dicha problemática, Fenadismer y las restantes asociaciones de transportistas demandaron a la Administración una solución, ya que, según diferentes estimaciones, el número de vehículos de transporte afectados sería superior a las 10.000 unidades, entre camiones y autobuses. A tal fin, el Ministerio de Transportes, en coordinación con Industria y Tráfico, han habilitado un régimen extraordinario de “prematriculación” permitiendo que dichos vehículos, cuyos números de bastidores serán comunicados por los fabricantes a la DGT, sean matriculados de forma definitiva antes del próximo 31 de diciembre, aunque en el permiso de circulación constará como fecha de primera matriculación una fecha anterior al 21 de agosto, para evitar de este modo el incumplimiento de la normativa europea.
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