En el ACA hay malestar y decepción, pues el esfuerzo y preparación del evento han sido baldíos. Agradecen el apoyo de la concejalía de Deportes que ha prestado su total colaboración desde el principio.
La entidad decana del automovilismo valenciano calcula que la suspensión de la prueba supone un trastorno económico de alrededor de 50.000 euros por las anulaciones de hoteles, gastos generales de los participantes y de las subcontratas necesarias para el desarrollo del evento deportivo.
El ACA confía en que la ciudad de Alicante tenga pronto una prueba automovilística que sirva para fomentar el deporte y el turismo locales al tiempo que sirva de atracción para la llegada de inversiones para el municipio.
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