Para la patronal de la distribución de vehículos, si el Gobierno quiere realmente convertir el eléctrico en una opción asequible para la mayoría de los ciudadanos, es necesario ampliar las ayudas hasta los modelos de 36 meses.
En concreto, un eléctrico de última generación con el máximo incentivo aplicado se sitúa en unos 40.000 euros, mientras que un modelo de tres años puede costar un 50% menos. Por esta razón, para Ganvam, al incluirlos en los planes, se garantizaría una movilidad eléctrica más accesible y una transición ecológica justa que no dejaría fuera de las cero emisiones a grandes capas de la población por motivos económicos.
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