¿Está pensando comprar un coche? Hacerlo al contado o con buena financiación es lo más barato… si va a mantenerlo en su poder bastantes años. Pero si piensa en cambiarlo en tres o cuatro años, planteese un renting; este alquiler a largo plazo puede ser una buena solución. Comprar un coche supone siempre una pérdida, pues los coches empiezan a perder valor desde que se estrenan. Y eso es más sangrante si se venden en los primeros 3 o 4 años tras la compra. Eso hace que muchas personas se planteen otras alternativas, como el renting.
El renting es un alquiler de coche a largo plazo (entre 3 y 5 años es lo más habitual) y por un número determinado de kilómetros (entre 10.000, 15.000 ó 20.000 km anuales) a cambio de una cuota mensual, que varía en función del vehículo.
¿Qué incluye la cuota mensual?
-El seguro a todo riesgo con asistencia en viaje incluida, El mantenimiento del vehículo con revisiones en talleres oficiales.
-El impuesto de vehículos de tracción mecánica, más conocido como impuesto de circulación.
-La reparación de averías.
-Una sustitución de neumáticos
-La suma de todos estos gastos supone un buen pico cada año: al estar incluidos en la cuota del renting, quien opte por esa opción se los «ahorra». Además, al no ser propietario del vehículo, en el caso de que el coche salga defectuoso o que tenga múltiples averías no tendrá que hacerse cargo de las reparaciones o posibles reclamaciones.
Hasta hace poco, el renting solo se ofrecía a empresas y a autónomos (a quienes resulta fiscalmente interesante, pues las cuotas se descuentan cada año como un gasto de la actividad), pero ahora, las compañías de renting se están dirigiendo también a los particulares: muchos están interesados y ven en el alquiler a largo plazo una opción en tiempos de incertidumbre, en un momento en que, con las restricciones y nuevas medidas, no está claro cuál será el futuro de los vehículos convencionales, y los consumidores se plantean muchas dudas.
Además, finalizado el plazo del alquiler, muchas compañías dan la opción de comprar el coche, aunque las que lo ofrecen no suelen fijar un precio a priori, ofreciendo solo una estimación. Hay que esperar hasta finalizar el contrato para saber cuál será el precio por el que podremos adquirir el vehículo, que se establecerá en función del valor de mercado vigente en ese momento.
Según la OCU, el renting sale algo más caro que la compra financiada. Entonces, ¿qué conviene más? Si calcula que podrá usarlo al menos 10 años, la media de uso actual de un vehículo, opte por la compra. Pero si cree que no lo mantendrá mucho tiempo, o no se decide por la incertidumbre, el renting es buena opción, que le permite desentenderse de averías o papeleos.
5 consejos para acertar si opta por el renting:
– Mire distintos modelos. Las compañías de renting suelen tener alguna «oferta estrella» a buen precio, abirendo tus opciones mejorarás las condiciones.
– Compare varias compañías de renting y distintas opciones. El análisis de la OCU ha encontrado grandes diferencias de unas compañías a otras: no se decida sin comparar antes entre varias y preguntar que incluye cada una. Las marcas de coches suelen ofrecer buenos precios. Es interesante preguntar en varios concesionarios por sus ofertas de renting. Los bancos, en cambio, ofrecen en general peores ofertas.
– Calcule bien los kilómetros: el renting incluye un número de kilómetros, y si los sobrepasa, la penalización por cada km de más suele ser más alta que la bonificación por recorrer menos.
– Infórmese sobre la opción de compra: pregunte si podrá adquirir el coche al final del contrato y cuánto le costará.
– Lea bien los contratos: aunque se prevé la posibilidad de cancelar anticipadamente el contrato, las penalizaciones son bastante elevadas, normalmente el 50% de las cuotas pendientes. Por ello en caso de cualquier eventualidad que impida utilizar el vehículo, como una enfermedad o un traslado de residencia, el usuario deberá asumir un cote elevado por cancelar su contrato.
Fuente: OCU
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