El objetivo de la marca teutona en los próximos años es la electrificación de la gama de vehículos para asumir el liderazgo y asegurar el camino hacia unas emisiones neutras de CO2.

Una movilidad exclusivamente eléctrica significa exención de emisiones locales, desplazamientos casi sin ruidos y una respuesta sobresaliente al acelerador. En definitiva, una sensación de conducción completamente nueva, y una forma vanguardista de la movilidad que nos recuerda a la labor de pionero de la marca hace 130 años. Es lo que pudimos comprobar al volante del EQC con el que fuimos desde el puerto de Valencia hasta Cheste y retorno para ver las evoluciones de la escudería en la categoría reina eléctrica. Además del citado modelo, la gama eléctrica de la marca de la estrella incluye el EQA, EQB, EQV, EQE y EQS.

En cuanto al equipo de Fórmula E señalar que durante la jornada de ayer Stoffel Vandoorne marcó el mejor tiempo. El piloto belga, veterano y experto pese a no haber alcanzado la treintena, fue el más rápido en el segundo día de entrenamientos libres de un certamen que afrontará su octava temporada en 2022. Pudimos comprobar desde dentro del box el trabajo de una veintena de profesionales muy jóvenes, perfectamente organizados y coordinados, que testaban buena parte de los componentes del monoplaza ante sus continuas salidas a pista. Una labor concienzuda y milimétrica sencillamente impresionante. Y un dato que habla claramente de sostenibilidades: el presupuesto de un equipo de Fórmula E equivale al 10% de lo que se gasta el equipo que menos invierte en Fórmula 1.


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