Arrancando nuestro análisis por su diseño exterior señalar que combina un estilo moderno con la sensación de fuerza y elegancia típicas de un SUV. El fabricante ha prescindido de la parrilla en forma de ala que utiliza en los demás modelos de la gama.
El habitáculo produce la sensación de ser un espacio unificado, que fluye desde el extremo del pilar A hasta la sección trasera. El techo posee un color diferenciado y parece enmarcado en los elementos circundantes. Las puertas freestyle, con la trasera con apertura inversa, aportan al habitáculo una silueta característica y elegante, al tiempo que facilitan el acceso tanto a las plazas delanteras como a las traseras. En el interior se han introducido materiales respetuosos con el medio ambiente. Como curiosidad señalar que se ha empleado corcho en la consola flotante central, con el objetivo de ofrecer un espacio de almacenamiento creativo.
Tecnológicamente y dada la importancia del sonido en la percepción del par y la velocidad por parte del conductor, los ingenieros han dotado al producto de un sistema electrónico de sonido, que está sincronizado con el par motor en frecuencia e intensidad de audición. Esta medida produce menos variaciones en la velocidad del vehículo y una conducción muy estable. Además, este modelo incorpora el sistema G-Vectoring Control (GVC), desarrollado por Mazda, que ha evolucionado para explotar las ventajas del motor eléctrico (electric G-Vectoring Control Plus).
El Mazda MX-30 estrena la mecánica e-Skyactiv, que está formada por un motor eléctrico síncrono de corriente alterna que entrega 145 CV. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y de alcanzar una velocidad máxima limitada a 140 km/h. Monta una batería de iones de litio de 35,5 kWh. Su autonomía es de 200 kilómetros. Dependiendo del tipo de conducción se pueden estirar más o quedarnos en menos kilómetros de utilización. La marca japonesa se escuda en que la gran mayoría de conductores recorren distancias inferiores a los 50 kilómetros diarios. Sea como fuere, conducir un eléctrico «puro» es una experiencia novedosa, interesante y en todo caso muy positiva.
Al volante, el conductor es el centro. El modelo produce sensaciones de naturalidad y buena respuesta al acelerar, en los giros y al frenar, tal y como uno espera en cualquier situación de conducción real. Para ello, se ha aplicado un enfoque innovador del desarrollo de ingeniería, que se ha concretado en el llamado sistema e-Skyactiv. Este sistema también integra la batería en la estructura de la carrocería del vehículo de una manera que incrementa la rigidez general y proporciona una respuesta excelente a las acciones del conductor. El coche pide una conducción racional y tranquila.
En resumen, el Mazda MX-30 es el primer coche eléctrico de producción de la marca. Un modelo que ha sido desarrollado pensando en conductores que quieren adquirir un vehículo eléctrico sin renunciar al placer de conducción. El modelo cuenta con unas sorprendentes puertas freestyle, utiliza materiales ecológicos y monta una batería de tamaño adecuado que le proporciona una autonomía suficiente para lo que un conductor europeo recorre de media al día. Ofrece una experiencia de conducción absolutamente novedosa, con un diseño exterior e interior de gran personalidad y un comportamiento dinámico muy noble y seguro. El precio del Mazda MX30 e-Skyactiv 145 CV Evolution Modern es de 36.850 euros.
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