Solera ha estudiado las oportunidades para el taller en los costes de mantenimiento de los vehículos eléctricos, unos modelos que pierden casi 21.000 euros en piezas lo que impacta en los importes que se obtienen en posventa. La compañía tecnológica experta en todo el ciclo de vida del automóvil explica que la facturación media por mecánica de un vehículo es un 28% inferior a uno de combustión aunque también señala que hay dos grandes polos de interés que pueden ser explorados por los reparadores: las marcas de eléctricos Premium y los neumáticos.

Un eléctrico Premium tiene un 85% más de coste de mantenimiento que un eléctrico generalista, si bien esa diferencia es menor respecto a los coches diésel, sólo un 29% sea Premium o generalista. Pensando en híbridos y gasolina, interesa un poco más el Premium en el caso de los segundos, un 68% más caro que el generalista; mientras que en los primeros es un 60%.

Los neumáticos es otro de los focos de oportunidad especialmente para los talleres especializados que pueden ver reducida su facturación en mecánica rápida: el coste de mantenimiento de los neumáticos de un eléctrico (a 3 años y 90.000 kms) es un 61% más caro que un diésel. En cambio, los mantenimientos periódicos (en ese mismo rango de tiempo y kilómetros) son un 66% más baratos en un eléctrico que en el resto de motorizaciones.

En carrocería, las diferencias son más imperceptibles pues están ligadas a golpes y siniestros, si bien el eléctrico tiene un poco más de preponderancia a registrar daños delante y atrás, es decir, por alcance, tal y como se deduce de los datos de reparaciones que maneja Solera. Un 48% de las operaciones de reparación se produce en la parte delantera y un 32%, en la trasera.

Fuente: mundorecambio.info