Según la Federación, las valoraciones periciales realizadas por los gabinetes de las compañías aseguradoras están cada vez más alejadas de los costes reales de una reparación de carrocería y pintura. Este hecho entra en controversia con las obligaciones que deben asumir los talleres de reparación, especialmente los de carrocería, ante sus clientes: profesionalidad de los trabajos y responsabilidad de las garantías, por lo que se hace necesaria una reflexión general que lleve a adoptar medidas de salvaguarda de los intereses empresariales del sector del taller.
Por lo que respecta a la actividad de pintura, la Comisión de Baremos ha realizado una serie de comparativas de la evolución de las valoraciones (mano de obra de pintura y material pintura) en estos 10 últimos años. El resultado evidencia que algo muy grave está ocurriendo con los baremos que las propias aseguradoras implantaron hace décadas.
Se adjunta un ejemplo comparativo.Para los resultados del estudio sobre las peritaciones y coste real de la reparación se han utilizado las aplicaciones informáticas Audatex y GT-Estimate para valoración de siniestros, con el empleo de los baremos Cesvimap y Centro Zaragoza. El uso de estas herramientas, cuyo coste es mínimo, es imprescindible en cualquier taller para acreditar ante el perito el valor real de una reparación (tiempos de mano de obra y precios de las piezas) y debe realizarse siempre.
La comparativa presentada corresponde a una reparación de pintura en un siniestro de daños generales en los dos laterales completos con molduras y paragolpes.
Se ha escogido una valoración realizada en 2010 y se ha repetido la valoración en 2020, manteniéndose las mismas piezas y el mismo tipo de daño y/o sustitución asignada. También se ha mantenido el mismo precio de mano de obra del taller, para que exista una total equivalencia.
Respecto al precio de la mano de obra, recalcar que las imposiciones que efectúan, o bien las propias aseguradoras, o bien los peritos, acreditan que en una inmensa mayoría de talleres el citado precio de mano de obra no se ha visto incrementado en esta última década, o se actualizado bastante por debajo de la evolución del IPC en ese mismo período de tiempo.
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