De acuerdo con este estudio, los modelos de coches más robados en España aquel año fueron el SEAT Ibiza, el SEAT León, el Volkswagen Golf y el Ford Focus. La lista continúa con otros clásicos de las carreteras españolas como son el Citroën Xsara, el Peugeot 206, el Ford Fiesta, el Renault Mégane o el Opel Astra. En otras palabras, los amigos de lo ajeno codician vehículos que se pueden ver por las calles y carreteras del país de forma cotidiana. Su objetivo son los superventas con solera. ¿Y cuál es el principal motivo? La venta de piezas para reparaciones.
Seis de cada 10 percances de robo se encuentran protagonizados por vehículos que tienen entre 11 y 25 años de antigüedad. Es decir, aquellos más propensos a necesitar un recambio. La incidencia de los robos entre los llamados “vehículos viejos” es superior a su peso relativo en el conjunto del parque móvil nacional (57%). Los vehículos más jóvenes, aquellos con menos de cinco años desde su matriculación, sufren un 18% de los robos. Esta magnitud es algo inferior a su representatividad (19%) entre todos los vehículos del país. Sobre este buen dato inciden, como es lógico, las mejoras en sistemas antirrobo que introducen los fabricantes en los nuevos más recientes.
De acuerdo con el estudio de Estamos Seguros, en 2019 se produjeron 128.000 percances de robo en vehículos asegurados. Se trata de la cifra más baja de toda la década. Estos incidentes incluyen tanto la desaparición del vehículo en sí, así como la sustracción de algún objeto en su habitáculo o de alguno de sus componentes.
El aseguramiento frente a robo es una cobertura que los conductores contratan por propia voluntad. Aunque no es obligatoria (solo el seguro a terceros lo es), cada vez goza de más aceptación. De hecho, el 66% del parque móvil está protegido frente a esta eventualidad. En total, en España hay 15,8 millones de vehículos cubiertos frente a robo por su aseguradora. Un 92% son turismos.
Si bien los vehículos que sufren más incidentes son los más comunes, los turismos de gama media; los modelos que sufren más percances de robo en términos relativos (es decir, aquellos que se sustraen más en relación con la cantidad de unidades existentes) son otros. Esta lista tampoco está dominada por los modelos de lujo. En su lugar, se encuentra trufada de modelos dedicados a la carga y el reparto.
El ranking de vehículos con mayor probabilidad de robo lo conforman las furgonetas Citroën Jumper, FIAT Doblo Cargo y FIAT Fiorino. Todos estos modelos tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de sufrir un robo que un vehículo cualquiera en España.
Si la marca, el modelo y la antigüedad del coche mueven las apetencias de los ladrones, también es cierto que el entorno influye igualmente sobre el trabajo de los amigos de lo ajeno. De acuerdo con el informe, las provincias donde es más probable padecer un robo del vehículo o en el vehículo son Sevilla, Madrid, Huelva y Barcelona.
Un análisis por municipios sitúa a Melilla a la cabeza de las localidades donde es más probable sufrir un incidente de estas características. Sin embargo, esta ciudad autónoma se sitúa en esta posición por su singular ubicación geográfica. Su proximidad con Marruecos genera que ahí la sustracción de vehículos se rija por un patrón específico: “robar para exportar”.
La tendencia dominante en el conjunto de España es otra. Las grandes áreas conurbadas constituyen el entorno donde se producen más delitos contra los vehículos. Delitos cometidos con la vista puesta en el mercado de piezas de repuesto, como se ha mencionado anteriormente. Esto queda refrendado al echar un vistazo a las poblaciones con diferenciales de probabilidad de robo más elevados. En esa clasificación abundan los municipios situados en la periferia de alguna gran capital. Es el caso de Dos Hermanas, Santa Coloma de Gramenet, Parla, Fuenlabrada, Rivas-Vaciamadrid, Badalona y Móstoles. Esta lista de localidades se encuentra acompañada, además de por Melilla, por dos capitales de provincia: Sevilla y Huelva.
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