Muchos vehículos ya incorporan pruebas relacionadas con la seguridad para proteger a los vehículos. Estas pruebas controlan diferentes elementos del modelo, desde si un ciberdelincuente podría manipular el ABS, los frenos o la dirección, hasta el acceso remoto al coche.
La consultora, McKinsey & Co asegura que el pronóstico de gasto en ciberseguridad de la industria de la automoción casi se duplicará en los próximos 10 años. Se pasará de un gasto de 4.9 mil millones de dólares en 2020 a uno de 9.7 mil millones de dólares en 2030. En parte, debido a los requisitos reglamentarios que incorporarán los gobiernos nacionales y organismos internacionales como la ONU.
Fuente: Faconauto
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