Las patronales de fabricantes de vehículos y de componentes, Anfac y Sernauto, y la de concesionarios, Faconauto, valoran positivamente el primer paquete de medidas urgentes económicas y laborales aprobadas por el Gobierno. Se considera que estas están orientadas a la necesidad de salvaguardar el empleo y el tejido productivo y empresarial. Al tiempo se sigue combatiendo los efectos del coronavirus.
Las patronales sectoriales consideran que las medidas aprobadas, a falta de ver cómo se implementan, podrán contribuir a mitigar el fuerte impacto de esta crisis sobre la automoción. Gracias, por ejemplo, a mecanismos como la agilización de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTEs), especialmente los definidos por fuerza mayor. O también gracias a medidas como la suspensión de cotizaciones o las medidas crediticias con avales públicos.
En anteriores crisis, estas medidas de flexibilidad laboral han sido clave para la recuperación del sector. Entre otras cosas, permiten garantizar el empleo a medio plazo. Al mismo tiempo, las tres organizaciones son conscientes de que la gravedad de la situación obligará a corto plazo a tomar nuevas medidas económicas y sociales.
Para el anterior nuevo paquete mencionado, las patronales se ponen a disposición del Gobierno y de los sindicatos para trabajar en aquellas medidas precisas y necesarias para el sector. El objetivo es que repercutan positivamente y lo antes posible en la batalla contra la pandemia y en proteger a la sociedad. Pero que también sirvan para el mantenimiento de puestos de trabajo y de la actividad empresarial.
Finalmente, y dada la especial situación a la que se enfrenta el sector de la automoción, las patronales ofrecen su colaboración para desarrollar nuevos planes de medidas que impulsen a toda la cadena de valor. También, que de modo urgente, permitan preparar y acometer la senda de la recuperación tan pronto como sea posible.
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