Pese a que la Dirección General de Tráfico va a seguir ofreciendo servicio de exámenes durante el verano, muchas de sus jefaturas están colapsadas. La absorción de la bolsa de aspirantes, que a día de hoy no para de crecer, se antoja sumamente improbable en las condiciones actuales.
«La situación cada vez es más insostenible; la falta de examinadores y personal administrativo en las Jefaturas está provocando una limitación en los alumnos que podemos presentar a examen, lo que motiva prórrogas de ERTEs y pone en serio riesgo los puestos de trabajo e incluso la viabilidad de las empresas», afirma Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
El máximo responsable de CNAE explica que «la pandemia nos ha afectado especialmente, dado el escaso tiempo para recuperarnos de dos huelgas recientes de funcionarios examinadores” y añade que, «en el momento actual de vuelta a la normalidad, es necesario dinamizar la economía y evitar que el sector y sobre todo los aspirantes a conductores, que pagan en forma de tasa este servicio, estén coartados y limitados por los déficits de personal de la Administración».
La Confederación entiende que se ocasiona un gran daño a miles de ciudadanos que requieren del permiso de conducir para acceder al mercado laboral, sobre todo en el ámbito del transporte, donde la demanda social es actualmente muy importante. Así mismo, numerosas plazas por oposición y otros puestos de trabajo están supeditados a la posesión de algún tipo de permiso de conducir.
«CNAE no pide que aumente el gasto público, sino la inversión pública: el servicio de exámenes de Tráfico es muy rentable y deja beneficios en las arcas del Estado. Cuidarlo sería una operación ganadora para todos: los ciudadanos, las autoescuelas y la Administración; en definitiva, para el país», concluye Enrique Lorca.
CNAE está en conversaciones con la Dirección General de Tráfico (DGT), así como con los diferentes partidos y grupos parlamentarios, para instarles a que implementen las soluciones definitivas que el sector de la formación vial necesita, y a subsanar las deficiencias estructurales cuyas últimas consecuencias sufre el ciudadano. En este sentido, la Confederación solicita al Gobierno de la Nación que se implique decididamente en la resolución de estos problemas, que no tienen su origen en la actual pandemia, sino que vienen de muchos años atrás, y que en el momento actual se han visto agravados.
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