Se trata de una cifra análoga a la brecha salarial en nuestro país, que es del 27,3%, según la Encuesta de Estructura Salarial del INE (a 2018, última cifra disponible) y que determina no solo el presupuesto de compra, sino también el esfuerzo económico a realizar por el bolsillo.

En concreto, lo habitual en España es que se financie el 75% del importe del coche para un total sufragado de 15.000 euros de media, si se trata de un préstamo personal, o de 14.300 euros, si se trata de la fórmula de pago del propio concesionario, según Cetelem. De esta forma, la mujer está obligada a financiar una cantidad que representa el 70% de su sueldo anual, que asciende a 21.011 euros, mientras que para el hombre el esfuerzo a realizar es menor, el 55% aproximadamente, gracias a un sueldo medio de 26.738 euros.

La derivada de esta brecha salarial es que, a la hora de comprar un coche, la mujer es más comedida, también en parte porque su “driver” de compra es más práctico que aspiracional (al contrario que el hombre). En concreto, si observamos el top cinco de modelos sobre los que las mujeres piden precio y muestran interés real de compra, el precio medio de todos ellos es de algo más de 13.300 euros. En el caso del hombre, asciende a 18.300 euros, un 37% más, según Unoauto.


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