Se trata de un documento de formato tipo para toda Europa, contiene la información técnica del vehículo, datos valiosísimos para los servicios de emergencia que en caso de accidente podrán acceder de modo rápido y seguro. La información acerca de estructura, componentes y materiales del automóvil ayudará a los bomberos, que identificarán a mayor velocidad y mejor las zonas de corte para poder entrar en él.
El avance en seguridad va en detrimento de los servicios de emergencia. Materiales más resistentes, como aceros, o refuerzos en la estructura, comprometen los trabajos de salvamento. Por eso cobra más sentido aún la “hoja de rescate” que detalla la ubicación de: refuerzos en la cabina, depósito de combustible, batería, airbags, generadores de gas, unidades de control, etc.
El protocolo solicita llevar la hoja impresa a color en el parasol del asiento del conductor. Además, para mayor información y seguridad, se recomienda colorar una pegatina identificativa en la parte inferior derecha de la luna delantera.
Conseguir esta hoja es muy fácil, basta con buscar fabricante, modelo del vehículo y descargarla. Este simple hecho, reduce hasta en un 63% los problemas derivados de la liberación de accidentados.
Fuente: Applus ITV
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