Por ello desde AECA-ITV, recuerdan que la labor preventiva de la ITV es fundamental para determinar las condiciones de un vehículo y reducir o evitar riesgos en carretera.
Y es que un vehículo con defectos en sistemas como los frenos, la suspensión, la dirección o los neumáticos tiene más probabilidad de provocar o sufrir un accidente.
De ahí, la preocupación de las autoridades frente al aumento del número de vehículos que circulan por las carreteras españolas sin tener la ITV al día. Así como en los últimos meses la cifra de absentismo en la ITV aumentó hasta llegar al 40%, también ha aumentado el número de vehículos involucrados en siniestros viales que no tienen la ITV en vigor.
Los datos de la DGT, correspondientes al año 2020, así lo muestran. Mientras en el 2019 hasta el 10% de los vehículos de tipo turismo involucrados en siniestros con fallecidos o heridos tenía la ITV caducada; en el 2020 esta cifra aumentó hasta el 17%. En el caso de las motocicletas, pasamos del 12% al 15% y en camiones de hasta 3.500 kg la cifra es aún más elevada, pasando del 15% hasta el 33% en el 2020.
Se trata de datos que muestran la importancia de las inspecciones técnicas. Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV recuerda que “los vehículos según van pasando los años de circulación comienzan a tener defectos, por lo que, con independencia de su debido mantenimiento, resultan necesarios los controles como los que realizan las estaciones de ITV para detectarlos y poder corregirlos. La función de la inspección técnica es esa: garantizar que los vehículos estén en buenas condiciones para circular, durante toda su vida útil, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del medio ambiente”.
Por su parte, los datos de la DGT hablan también de la relación que existe entre la antigüedad del vehículo implicado en un siniestro con el estado de su inspección técnica. A mayor edad, mayor porcentaje de vehículos con la ITV caducada en el momento del siniestro vial.
Cifras que deben preocupar, más aún en un país como España que tiene uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa, con una edad media superior a los 13 años, más de un año por encima de la mayoría de los países del continente. El riesgo de fallecer o resultar herido de gravedad se incrementa a medida que aumentan los años del vehículo.
De acuerdo con datos oficiales, la antigüedad media de los turismos implicados en accidentes mortales en vías interurbanas durante el 2020 fue de 12,9 años; una cifra que asciende a 14,9 cuando se refiere a aquellos en los que se desplazaban las víctimas mortales.
Al comparar los mismos indicadores con el año anterior, vemos que la cifra aumentó: en el caso de los vehículos implicados en accidentes con fallecidos, la cifra en el 2019 era de 12,1 años; mientras que, en el caso de los vehículos en los que viajaban los fallecidos, era de 14,5 años.
Aunque el envejecimiento del parque automóvil del país es un hecho desde hace más de 10 años, se trata de una situación que parece no tener solución próxima. Más aún con los problemas que se están registrando en la actualidad para adquirir vehículos nuevos debido a la crisis de los microchips.
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