El Ford Bronco es un 4×4 estadounidense imponente que apenas va a recalar en Europa por temas de emisiones y multas. Nuestro digital pudo disfrutar de una unidad de pruebas de dicho modelo, exclusivo, durante una semana. Distinguido por su parrilla de ancho total y sus inconfundibles faros circulares, presenta unos paneles de carrocería cuadrados que permiten ver con claridad las esquinas exteriores del SUV y facilitan su colocación en condiciones todoterreno exigentes. Los alerones delanteros incorporan además mirillas tipo trail, con unas secciones elevadas que delimitan el borde de la carrocería y que también pueden emplearse como puntos de amarre, capaces de soportar hasta 68 kgs. y transportar objetos más largos, como tablas de surf o canoas. El techo rígido extraíble cuenta con un revestimiento que amortigua el ruido. Para disfrutar de la máxima libertad al aire libre y de una visibilidad aún mayor en situaciones off-road complejas, las cuatro puertas también se pueden desmontar por completo.
El diseño interior, repleto de tecnologías, es altamente funcional, pero también resistente e ideado para soportar el uso en entornos exigentes. El panel de instrumentos se basa en el Bronco de primera generación, con colores inspirados en las paletas naturales y el equipamiento para exteriores, y con materiales escogidos por su durabilidad. Para mayor comodidad de los pasajeros durante la marcha en terrenos accidentados, los asideros están integrados en el panel de instrumentos y la consola central. Cuenta con una base de carga inalámbrica diseñada para mantener el teléfono móvil en su lugar incluso en ángulos de inclinación extremos. Las superficies del panel de instrumentos se pueden limpiar y los interruptores físicos del habitáculo están sellados con silicona y tienen puntos de contacto de goma para protegerlos y facilitar su limpieza. Está equipado con un cuadro de instrumentos de 8 pulgadas y una pantalla táctil central de 12 pulgadas.
Las tecnologías de conducción inteligente están diseñadas para que tanto los aventureros noveles como los conductores todoterreno experimentados puedan beneficiarse de las aptitudes del Bronco. El sistema de gestión del terreno resulta fundamental en esa habilidad del vehículo para ir a cualquier parte, ya que facilita a los conductores la selección del modo que necesitan para adaptarse a las circunstancias. Además de los modos de conducción en carretera Normal, Eco, Sport y Slippery, las opciones específicas para todoterreno incluyen diversos modos. Cada opción optimiza el acelerador, los puntos de cambio de la caja de cambios y la respuesta de la dirección para adaptarse a cualquier eventualidad. El modelo cuenta con un sistema que se sirve de la vectorización del par basada en el freno, reduciendo el radio de giro hasta en un 40% al frenar la rueda interior cuando se circula fuera del asfalto en espacios angostos.
El motor es grande, potente, con un tacto muy deportivo y con fuerza a bajas revoluciones, perfecta para pasar por los sitios más delicados. Es un V6 biturbo de gasolina de la familia EcoBoost, con 2,7 litros de capacidad, con inyección directa capaz de generar sin problemas los 337 CV que anuncia en ficha técnica y un par motor de 563 Nm que responde a la perfección. El motor está asociado a una caja de cambios automática de 10 velocidades que lo hace todo perfecto y que no se siente en ningún momento, ni en carretera ni en recorrido todo terreno. De hecho, tiene un modo de funcionamiento a bajo régimen que le permite evolucionar a 6 km/h con el motor a 2.400 rpm, de forma que no se parara nunca salvo que el obstáculo sea infranqueable. Su bloque de cilindros de hierro grafito compacto aumenta la resistencia y la rigidez en comparación con las piezas de fundición de hierro tradicionales sin incrementar el peso.
Al volante, en condiciones normales, es un tracción trasera con el tren delantero conectable. En el caso del Outer Banks cuenta con una caja de transferencia electrónica de dos velocidades que distribuye la potencia al 50% entre ambos ejes, mientras que el Bronco Badlands, que fue la versión cedida por la marca estadounidense a nuestro digital, incluye un determinante diferencial delantero bloqueable y un ingenioso sistema de desconexión de la barra estabilizadora que permite atacar los obstáculos con diferentes ángulos de ataque entre ambas ruedas. El Badlands, como es lógico, también incluye una caja de transferencia; es electromecánica con dos velocidades y tiene modo automático. Se dispone de un sistema similar al control de crucero con el que el conductor puede seleccionar una velocidad de hasta 31 km/h y el vehículo gestionará automáticamente la aceleración y la frenada para mantener la velocidad marcada mientras el que maneja se concentra en dirigir el volante por terrenos difíciles.
En resumen, el Bronco es un coche imponente por su tamaño, por su rango de prestaciones, por su tecnología, su capacidad off road e incluso su confort de marcha. Aunque esto último pueda ser algo discutible, porque llega bastante ruedo a su interior dado que el techo es de fibra y es desmontable; como lo son las puertas y otros elementos que inciden en su aspecto más extremo y espíritu aventurero. Concebido expresamente para la aventura en todo tipo de terrenos, sus innovadoras y prácticas prestaciones abarcan puertas extraíbles con espacio de almacenamiento a bordo, puntos de montaje integrados para accesorios de exploración, así como componentes y superficies de gran durabilidad y fácil limpieza para cuando las cosas se ponen duras y embarradas. Estamos ante un robusto 4×4 con un carácter divertido y deportivo que contribuyó a inaugurar un segmento totalmente nuevo, el de vehículos todoterreno para la aventura. El precio del Ford Bronco Badlans 2.7 V6 337 CV es de 73.500 euros.