La Handy ESBK siempre atrae todas las miradas porque detrás de cada piloto hay una impresionante historia de superación. Muchos de ellos accidentados de moto, con muy diversas lesiones, vuelven a subirse a una para competir al más alto nivel.

Casi 20 pilotos se dieron cita para disputar dos carreras durante un fin de semana cargado de tensión y emociones. Tensión por la constante amenaza de lluvia (de hecho, la primera carrera fue en mojado) y emociones por todo lo que supone volver a rodar en circuito tras meses de preparación y esfuerzo.


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