La regla de seguridad RSM (Retrovisor-Señal-Maniobra): Antes de indicar cualquier maniobra, es obligatorio comprobar, a través de los retrovisores, que se puede llevar a cabo de manera segura. Si es así, se debe señalizar con suficiente antelación para que el resto de los usuarios puedan reaccionar. Pero también hay que evitar anticiparse demasiado para no confundir a los otros conductores.

Toda la maniobra: No sólo se debe indicar el inicio de un adelantamiento, sino que hay que mantener el indicador de dirección activado hasta volver a incorporarse al carril inicial.

Al salir de la rotonda: Su uso en las glorietas es básico porque es uno de los puntos donde más accidentes se producen. No es necesario señalizar que se accede a ellas ni tampoco que se va a continuar girando, pero sí debe recurrir al intermitente para avisar de cambio de carril y de que se va a abandonar la rotonda en la próxima salida.

Si se va a frenar repentinamente, hay que avisar al resto de conductores mediante el empleo reiterado de las luces de frenado. 

Fue la considerada como primera estrella de cine, la actriz Florence Lawrence, la que inventó en 1914 el intermitente. Muy aficionada al automovilismo, arreglaba y mejoraba los coches que compraba, por ejemplo mediante un dispositivo conectado al guardabarros trasero del coche que, cuando se pulsaba un botón, subía o bajaba una señal de giro.


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