De ello se ha encargado el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien ha celebrado que en el acto estuviera presente una representación «transversal y nutrida del mundo de la movilidad y de los transportes en España, como reflejo del nuevo enfoque que para el Ministerio supone este proyecto». Entre ellos se encontraban una amplia representación de administraciones, representantes de todos los modos de transporte y también de la nueva movilidad, del sector tecnológico, asociaciones ecologistas, asociaciones de usuarios, el mundo sindical y entidades internacionales.
Ábalos ha recordado a los participantes que es el momento de abordar y dar solución a los desafíos de nuestra movilidad pese a los diferentes orígenes, lugares de procedencia, responsabilidades y trayectorias. También que nos encontramos en un momento de transformación disruptiva de la movilidad, y de toda la economía, marcada por tres vectores de cambio: la necesidad de descarbonizar la economía, la oportunidad que nos brinda la digitalización y la creciente aglomeración de población en las ciudades, que plantea retos tanto en la movilidad urbana, como en los entornos más despoblados.
Según el responsable del Departamento, todo ello conduce a la necesidad de alcanzar una nueva movilidad cuyas principales características serán:
• El abandono progresivo de los combustibles fósiles tradicionales para dar paso a las tecnologías más limpias, como en el caso de los vehículos eléctricos, que serán conectados y autónomos.
• En el ámbito urbano, la recuperación por peatones y modos de transporte saludables del espacio hasta ahora conquistado por el automóvil.
• La necesidad de dar respuesta a las necesidades reales de movilidad de los ciudadanos en los entornos más despoblados mediante soluciones de transporte adaptadas a la baja demanda.
• La recopilación y análisis masivos de datos, que contribuirán a mejorar la planificación del transporte.
• La automatización del transporte de mercancías y la logística, que se convertirán así en más eficientes incorporando paulatinamente mejoras tecnológicas.
• El aumento de la importancia de la conservación y mantenimiento de las infraestructuras.
• La mejora de la intermodalidad nacional e internacional, tanto de viajeros como de mercancías.
• El aumento de la transparencia y la participación de los ciudadanos en las políticas de movilidad.
• Lograr un sistema de transportes inclusivo, con accesibilidad universal y asequible para todos los ciudadanos.
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