Habrá que tener en cuenta para la reparación que el neumático tenga un buen dibujo, que no esté cristalizado, ni con grietas, y que no tengan más de cinco años de uso como mucho, momento en que la goma pierde más sus propiedades de agarre y flexibilidad. En el flanco del neumático se puede comprobar la semana y año de fabricación.
Hay varias formas de arreglar un pinchazo. A continuación, explicamos las más comunes, desde las más a las menos recomendables del mercado:
– Parches de Reparación Perforación (PRP): es el método más profesional de todos. Tendremos que llevar el coche al taller para que nos arreglen el neumático. Se trabaja la banda de rodadura desde el interior del neumático, de ahí que haya que desmontarlo de la llanta. Se mete un parche ‘de tipo seta’ que cubre el orificio por donde sale el aire. En este caso, lo que cuesta arreglar el pinchazo ronda los 30 euros.
– Las mechas: son las conocidas tiras de cauchos vulcanizantes y son las más utilizadas para arreglar un pinchazo debido a su buena relación calidad-precio (10 euros). No está prohibido reparar pinchazos con mechas, pero se recomienda su instalación como algo provisional y comprobar en un taller que el trabajo con el escariador ha sido el correcto. Si no, la tira puede volver a dejar pasar aire y la presión de los neumáticos no será la correcta.
– Kit de reparación con espuma: son solo efectivos si el elemento que ha dañado la banda de rodadura es pequeño (menos de 3 mm). Lo que hacen estos kits es meter un pegamento líquido dentro del neumático que se adhiere al orificio por el que se está escapando el aire. Lo malo de este sistema, que recordamos que es temporal, es que puede provocar un desequilibrio de la rueda al tener un producto en su interior que va deteriorando la goma con el tiempo.
– Sustitución de válvulas: si no encontramos el lugar por el que pierde aire nuestro neumático puede ser que el problema esté en las válvulas, que con el paso del tiempo se van deteriorando y no consiguen retener la presión correcta. En el RACE se utiliza un kit específico que permite sustituir la válvula sin tener que desmontar el neumático de la llanta.
Además de los sistemas anteriores, existen otros neumáticos especiales que pueden rodar un número limitado de kilómetros aunque estén pinchados. Se trata de los neumáticos run flat. Tienen en su interior unos refuerzos de goma por los laterales que entran a escena cuando el neumático pierde presión. Son esos refuerzos de caucho los que aguantan el peso del coche. Por supuesto, son solo una solución de emergencia: esos tacos se van desgastando muy rápido a medida que la rueda gira. Pueden aguantar hasta 400 km (si van sin carga) o 200 km con el coche cargado. No deben superar en ningún caso los 80 km/h.
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