– Conducir trayectos estrictamente necesarios tras conocer el parte meteorológico de la AEMET y los avisos de la DGT sobre el estado de las carreteras cercanas.
– Tener siempre en el vehículo rascador y cadenas.
– Montar neumáticos de invierno.
– Reducir la velocidad considerablemente, ya que la falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h, se salga de la vía en una curva con hielo.
– Ejecutar las maniobras de manera progresiva y sin brusquedades. La dirección, los frenos, el acelerador, etc, deben utilizarse con suavidad.
– Aumentar la distancia de seguridad.
– El que necesite poner cadenas, debe saber cómo hacerlo. Lo mejor es que emplee guantes y practique antes de salir. Las cadenas se sitúan en el eje motriz.
– En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce.
– Al conducir sobre nieve, circular por las roderas que haya dejado otro vehículo, cuando haya suficiente nieve en la calzada.
– Al conducir sobre hielo, el conductor tiene que saber que es prácticamente imposible conseguir manejar el vehículo con seguridad.


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