La batería es un elemento esencial para el funcionamiento de un vehículo, especialmente si se trata de un eléctrico, razón por la que hay adoptar especiales precauciones para que esta dure lo más posible porque si se estropea su sustitución puede suponer, según el modelo, un desembolso de unos 10.000 euros. Lo habitual en las marcas de coches es que la garantía de la batería sea de unos 8 años o 160.000 kilómetros, lo que suceda antes. Pasado ese período, los fabricantes garantizan que, al menos, la capacidad de la batería será del 70% del total.
Midas señala cuatro consejos para que la batería nos dure más: el primero es evitar situaciones extremas que pongan al límite la batería, lo que se consigue con unos patrones o una rutina de recarga a diario. Al respecto, lo que aconseja es recargar al vehículo por la noche, utilizando cargadores inteligentes y, si es posible, en tomas de carga lenta. La razón que da la fuente es que las cargas rápidas deben limitarse a las ocasiones en las que se tenga prisa, ya que si se recurre a ellas de forma habitual se acortará la vida de la batería un 1% anual.
El segundo consejo es no dejar que la batería se descargue de forma completa o cargarla a tope, como ya sucede con los dispositivos móviles como teléfonos, tabletas u ordenadores portátiles. Según Midas, dejar que se agote del todo es más perjudicial que recargarla al 100%. A su juicio, lo mejor es no dejar que el nivel baje del entorno del 15-20%.
Debido a que la batería también sufre con las temperaturas extremas, la tercera de las recomendaciones se centra en poner a cargar el vehículo justo después de aparcarlo, ya que hace que los sistemas de refrigeración de la batería la mantengan a una temperatura óptima.
Finalmente, también nos advierte de que los estacionamientos largos (hay descargas progresivas) y la forma de conducir (debe ser suave, responsable y eficiente) también pueden recortar la vida de la batería.
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