La prueba de la semana está protagonizada por el nuevo Citroën C5 Aircross. Con una longitud de 4,50 m, tiene imagen de robustez y fortaleza, con sus grandes ruedas de 720 mm de diámetro, una distancia al suelo de 230 mm y unas barras de techo que refuerzan su identidad.

La parte frontal incluye toda la identidad Citroën, con una puesta en escena de los chevrones y de la tecnológica firma luminosa Full LED en dos niveles sobre una calandra imponente. La parte trasera, ancha y vertical, sugiere habitabilidad y volumen de maletero.

El habitáculo está caracterizado por el confort desde que se abren las puertas: una posición de conducción alta para dominar la carretera, un interior espacioso y con estatus en el que sentirse bien protegido, coherente con el estilo exterior. Esta sensación se ve reforzada por el tratamiento en sentido transversal del habitáculo: cuadro de instrumentos cuya banda termoformada se extiende por todo el ancho del vehículo, banda coloreada en la parte alta de los respaldos de los asientos, marcando la línea de cintura en la base de los cristales y toque general de refinamiento.

Tecnológicamente, lo más reseñable son las suspensiones de amortiguadores progresivos hidráulicos, una innovación de Citroën destinada a ser desplegada en los vehículos de la gama y que son la culminación de la experiencia de la firma gala en el campo de las suspensiones. El confort está inscrito en los genes de la marca desde hace casi 100 años. Esta tecnología utilizada en el nuevo SUV C5 Aircross es fruto de la experiencia de la marca francesa en la competición automovilística.

El C5 Aircross dispone de una gama de motorizaciones Euro 6.2 eficientes y prestacionales de última generación, ideales para asegurar tanto los desplazamientos diarios como para evadirse los fines de semana o en las vacaciones, con la caja de cambios manual de 6 marchas 6v o la caja automática EAT8 de 8 marchas, ofreciendo un agrado de conducción de alto nivel y una eficiencia destacable. Hay dos versiones de gasolina: PureTech 130 S&S 6v y PureTech 180 S&S EAT8 y tres versiones diésel: BlueHDi 130 S&S 6v, BlueHDi 130 S&S EAT8 (que fue la cedida por el fabricante galo a nuestro digital) y BlueHDi 180 S&S EAT8.

Al volante estamos ante el SUV amplio y confortable. En carretera se desenvuelve bien en la versión testada con propulsor diesel de 130 CV. Si bien es cierto que su alto centro de gravedad no permite una conducción similar a la de los turismos un buen taraje de la amortiguación que proporciona comodidad y seguridad a partes iguales y un correcto reparto de pesos proporcionan un comportamiento notable en redes viarias de primer orden. Nos gustó mucho la dirección, la frenada, el cambio automático y la tecnología incorporada en el apartado de la seguridad activa. Los consumos nos parecieron muy razonables.

En resumen, el Citroën C5 Aircross es un SUV de diseño único, distancia al suelo sobreelevada y atractivas y prácticas protecciones laterales. Es muy confortable y modulable con sus tres asientos traseros individuales, deslizantes, escamoteables y reclinables y un gran volumen de maletero. Moderno y altamente innovador, incorpora una veintena de tecnologías de ayuda para el manejo, con dispositivos que permiten una conducción autónoma de nivel 2. Dispone de Grip Control con descenso de pendientes para circular fuera de los caminos asfaltados. Cuenta, además, con seis tecnologías de conectividad, entre ellas la recarga sin cables para el smartphone. El precio de la gama C5 Aircross de Citroën arranca de los 21.350 euros.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *