Ambas organizaciones destacan que, en el año 2022, según los últimos datos facilitados por la DGT, se produjeron 3.406 siniestros viales por el atropello de perros (3.155) y gatos (251), lo que supone un 5,12% más respecto al año anterior, en el que se registraron 3.240.
Por tipos de vía, el 70,58% de la accidentalidad se concentró en carreteras secundarias y vías interurbanas (2.404), mientras que el 29,41% fue en autopista y autovía (1.002).
Para la Fundación RACE, las carreteras secundarias son las que lamentablemente siguen concentrando mayor siniestralidad y las que necesitan mayor inversión para su mantenimiento, mejora en la señalización e investigación para que, mediante auditorías, se conozca el origen del problema y se realicen las intervenciones necesarias en los puntos más peligrosos.
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