De hecho, el año pasado el 8,5% de todas las motos matriculadas en España fueron totalmente eléctricas. La Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas ha comparecido hoy a través de su secretario general, José María Riaño, en la ‘Subcomisión sobre el despliegue e instalación de infraestructuras de recarga eléctrica y de hidrógeno y su impacto en la industria de automoción en España’, celebrada en la Mesa del Congreso de los Diputados, para pedir que la moto y los vehículos ligeros (categoría L) tengan una consideración específica en las distintas políticas y regulaciones de la movilidad, debido a sus particularidades.
Riaño ha explicado que a pesar de que “la electrificación de la moto avanza bien, especialmente entre los modelos urbanos”, a veces sigue siendo “la gran olvidada”, porque “sus necesidades específicas no siempre están recogidas adecuadamente en las distintas regulaciones o en las ayudas”, tanto para su adquisición como para su uso.
Por ello, Anesdor ha pedido que los puntos de carga sean interoperables (que sirvan tanto para coches como para motos y vehículos ligeros), que se agilicen los permisos necesarios para su instalación y que se mejoren los sistemas de pago en los mismos. Asimismo, la Asociación ha abogado porque se extienda la disponibilidad de los enchufes de tipo doméstico tipo doméstico (‘Schuko’), debido a que no todas las motos están preparadas para los conectores que utilizan los turismos ni disponen de baterías extraíbles para ser intercambiadas en puntos específicos, cuyo desarrollo también debería estar previsto en las regulaciones de las infraestructuras.
Cabe recordar que Anesdor es socio del Consorcio de Baterías Intercambiables para Motocicletas, que ya trabaja en un tipo de batería que sea válido e intercambiable para vehículos de diferentes marcas.
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