Unos colegas de ese país, seriamente castigado por la guerra en estos momentos, les pidieron ayuda para reparar un Toyota Hilux al que los fragmentos de una explosión habían dejado inutilizada la inmo box.

Se pusieron a trabajar en él y consiguieron volver a dejarlo totalmente funcional. Gracias a la gran labor de la empresa alicantina, el vehículo vuelve a estar operativo y recupera su cometido: rescatar civiles y ponerlos a salvo fuera de sus fronteras. Alberto espera que gracias a este gesto, totalmente desinteresado por su parte, se puedan salvar muchas vidas.


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