Cerca de 135.000 vehículos asegurados fueron víctimas el año pasado de un robo en España. Ya fuera de la sustracción del vehículo en sí, de alguna de sus piezas o de objetos que se encontraran en su interior.

Esta cifra es una de las informaciones que aparecen en el estudio «Los percances de robos en los automóviles en 2018» elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa a través de la cual Unespa divulga la función social del seguro. En todos estos casos, los conductores fueron compensados por su aseguradora.

Por norma general, unos seis o siete conductores de cada 10 suelen proteger sus vehículos frente a una sustracción. Pero esta proporción cambia con la edad. Los conductores de menos de 40 años son los más propensos a cubrir su vehículo frente al robo. En contraste, los conductores que superan los 65 años son los que menos lo hacen. ¿La razón? Probablemente porque los primeros son más propensos a conducir coches nuevos y los segundos llevan vehículos más viejos y se limitan a contratar las protecciones más básicas.

Los robos de vehículos asegurados siguen una senda descendente los últimos años. Si en el año 2010 se producían en torno a 227.000 percances, en 2018 esta cifra se situaba en los 135.000. Un análisis por provincias evidencia que el robo de vehículos es un fenómeno propio de provincias que albergan grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla…) o zonas de sol y playa, como el litoral mediterráneo y los dos archipiélagos. En este tipo de territorios es más probable sufrir un robo en el vehículo o del vehículo.

Los datos recabados muestran cómo el percance de robo afecta principalmente a vehículos de más de 10 años. Esto queda refrendado al efectuar un análisis de los modelos más codiciados por los ladrones. Los rankings están liderados siempre por los vehículos más populares en el país. Sobre todo, por los superventas de la década pasada. Tras años de rodar de un lado para otro, estos vehículos se deterioran o averían y eso genera una demanda de piezas de repuesto.

En términos absolutos, los modelos que más percances de robo sufrieron en 2018 fueron el SEAT Ibiza, el SEAT León, el Volkswagen Golf, el BMW Serie 3 y el Citroën Xsara. En términos relativos (es decir, si se compara el número de robos padecidos con la cantidad de unidades en circulación de un modelo específico) la lista la encabezan el Citroën C5, el Peugeot 406, el Citroën Saxo y el Peugeot 206. Muchos de estos modelos fueron superventas en sus respectivas categorías hace más de una década.

La predilección de los delincuentes por los vehículos con solera invita a analizar en detalle (es decir, por año de fabricación) cuáles fueron los modelos veteranos
más codiciados. Al estudiar esta variable se descubre que los coches de más de 10 años que sufrieron más robos en términos absolutos fueron el SEAT León (modelos 2003 y 2004), el SEAT Ibiza (modelo 2005) y el Citroën Xsara (modelos 2002 y 2003). 


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