¿A qué velocidad saltan los radares?
Iba un poco más rápido de lo que marcaba la señal y justo pasó por delante de un radar. ¿Le llegará una multa? Todo depende de la velocidad a la que fuese, porque los radares tienen un margen de error que debe tener en cuenta. Por ejemplo, si va a más de 120 km/h sólo le llegará la multa a casa si circulaba a más de 131 km/h. Uno de cada cinco accidentes con víctimas en la carretera están relacionados con el exceso de velocidad, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Por eso, esta organización lleva años desarrollando estrategias para intentar controlar que los conductores no sobrepasen los límites de velocidad o que se les penalice por ello.
Los helicópteros Pegasus o los drones controlan la velocidad en la carretera, pero no son los únicos: también están repartidos por España los radares de velocidad. Con ellos, la DGT le puede multar si excede la velocidad máxima.
A pesar de que existen los límites de velocidad que están establecidos por la ley, en realidad las sanciones se ponen teniendo en cuenta un margen de error de hasta un 7% que tienen los cinemómetros.
Teniendo en cuenta esto, ¿a qué velocidad salta el radar de 120 km/h? Por sentido común, la gente calcula ese 7% a partir de los 120 lo que da un resultado de 8,40, lo que sumado a esos 120 sale que el radar te empieza a multar a los 128 km/h. Sin embargo, esto no es así: desde la DGT explican que "para hallar la tolerancia del 7% hay que encontrar la cifra a la que restando la tolerancia encontremos un valor de velocidad por encima del permitido (es decir, que siga siendo infracción)”. Por tanto:
Si la velocidad máxima en una carretera es de 120 km/h, en realidad la sanción parte de los 131 km/h porque el 7% de 131 es 9,17 (redondeando a 10) y si a 131 se le restan esos 10 da como resultado 121, cifra a partir de la cual se sobrepasa el límite de velocidad. 131 km/h por tanto es la velocidad a la que salta el radar en autovía.
Recuerde además que los coches suelen tener un margen de diferencia entre lo que marca el velocímetro y la velocidad real a la que va. Por ejemplo, si la aguja marca que circula a 120 km/h, en realidad puede que esté rodando a 116 km/h (no en todos los coches el margen es el mismo). Puede comprobar la diferencia entre lo que te marca el velocímetro y lo que indica su GPS; normalmente el segundo suele ser más exacto al estar geolocalizado a través de varios satélites.
Fuente: RACE