La subida en las ventas de los coches SUV aumenta la contaminación
La mitad de los coches nuevos matriculados en 2020 son tipo SUV. Es una moda que no para de crecer. Sin duda tienen algunas ventajas, pero también inconvenientes: el más importante es que se trata de coches bastante contaminantes. La Organización de Consumidores y Usuarios ha elaborado un informe en el que desvela que los SUV consumen (y contaminan) más que el modelo de coche tradicional equivalente.
Los todocaminos se han puesto de moda, y gozan de las preferencias de los consumidores. ¿Ventajas? La posición del conductor es más elevada, hay mayor facilidad de acceso, el maletero es algo más grande que un coche tradicional (aunque no es comparable al de un monovolumen, ni por tamaño ni por versatilidad).
Pero también tienen inconvenientes importantes: los SUV son más pesados, presentan una peor aerodinámica y son más caros en el momento de la compra... Pero lo que es aún peor, consumen y contaminan más que otros vehículos equivalentes.
Si nos centramos en el consumo en condiciones reales, la diferencia entre coches puede ser de alrededor de 1 litro más de combustible cada 100 kilómetros.
A la larga, que los SUV se hayan generalizado es algo que pasa factura a nuestro entorno y a nuestra salud. La OCU hace números:
- Si en un año normal se venden más de 1.000.000 de coches nuevos en España, con las cifras actuales, serían 500.000 nuevos SUV cada año en las calles.
- Si los porcentajes de ventas fueran los de hace 10 años, solo 130.000 serían con esta carrocería: es decir, ahora se venden 370.000 todocaminos más.
- Si cada uno de esos coches consume 1 litro más a los 100 km, el efecto en el consumo y en la contaminación sería igual al de sustituir 55.000 coches nuevos de combustión por coches eléctricos, que son más del triple de automóviles de este tipo que los que se van a vender este año en España. ¿Da que pensar, no?
En el mercado del automóvil nos encontramos con la paradoja de que, por un lado, se intenta convencer a los consumidores para que compren coches más ecológicos y por otra, se promocionan coches cuyo tamaño y forma aumenta el consumo respecto al tipo de coche que se vendía hace años.
Desde la OCU instan a los fabricantes a que se fomente la compra de coches menos pesados y más aerodinámicos, y a los consumidores a que, dejando a un lado las modas, se planteen estas cuestiones: es una forma muy fácil de reducir algo la peligrosa contaminación y dar un paso adelante hacia una movilidad más sostenible.
